lunes, 8 de marzo de 2010

Me odian

Hoja seca, río seco, no me río.
Transpiré y grité adentro mío: adentro y afuera todo es lo mismo y explota. Desilusión intensa y súbita del mundo.
Pensar que yo los odio a ellos, los Otros, y ellos están convencidos de que los Otros somos nosotros.
Me niego a pensar que así es como debe ser.
Alguien el sábado me miró a los ojos y me dijo: te odio. Tres veces.
Era un actor.
Pero ese día marcó todo lo que vendría después.
Quisiera irme del mundo por un rato, ni siquiera puedo escribir una buena idea.
Es que no puedo describir la puta sensación que me atraviesa ni me interesa volver a contarme a mí misma la misma historia.
Creo que me sentí parte de algo que casi ni miraba o que miraba de lejos. Y ahora quiero vomitar tan fuerte y sacarme toda junta la mierda.
Eso.
No me interesa decir nada más que eso.
Y que estas palabras sean el fin del nudo en la garganta.

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